¿Te has preguntado alguna vez por qué, después de tocar tu guitarra por un rato, sientes esa molestia extraña que se vuelve un dolor punzante? Esta sensación, que puede convertirse en un verdadero inconveniente, tiene un nombre: alodinia. Hoy quiero hablarte de este fenómeno y cómo puede afectar a guitarristas lesionados, como tú o como yo. En más de 20 años de trayectoria, he visto a decenas de colegas lidiar con estas molestias, y sé que entender qué está sucediendo en nuestro cuerpo puede ser el primer paso para evitar problemas a largo plazo.
¿Qué es la alodinia?
La alodinia es, en términos sencillos, una hipersensibilidad al dolor. Se define como la percepción de dolor en respuesta a estímulos que normalmente no causarían dolor. Imagina tocar tu guitarra, disfrutar de la música y, de repente, sentir un pinchazo agudo en los dedos o en la muñeca que te frena. Eso puede ser alodinia. No es solo un dolor passageiro: es un aviso que tu cuerpo te está dando. Esta condición puede estar relacionada con lesiones, sobrecargas o incluso problemas nerviosos, que, como guitarristas, estamos más propensos a experimentar.
¿Puede afectar a guitarristas lesionados?
¡Por supuesto que sí! Muchos guitarristas, ya sean aficionados o profesionales, han pasado por lesiones ocasionadas por malas posturas, técnicas inadecuadas o simplemente por el esfuerzo de largas horas de práctica. En mi experiencia, he visto cómo la alodinia se convierte en un compañero indeseable para esos músicos. Aunque no soy médico, he trabajado con especialistas en biomecánica musical que respaldan lo que aquí comparto. Si sientes un evitar tocar por miedo a ese dolor, es posible que estés experimentando este fenómeno.
Factores que contribuyen a la alodinia en guitarristas
Varios factores pueden hacer que los guitarristas sean más susceptibles a la alodinia. Aquí te dejo algunos que he identificado a lo largo de los años:
- Técnica inadecuada: Usar una técnica errónea al tocar puede poner presión innecesaria sobre ciertas partes del cuerpo.
- Postura: La forma en que te sientas o te coloques puede afectar tu bienestar físico mientras tocas.
- Falta de descansos: Pasar largas horas sin pausas puede provocar fatiga y dolor crónico.
¿Cómo prevenir la alodinia y cuidar de tus manos?
La buena noticia es que hay varias estrategias que puedes implementar para prevenir y mitigar la alodinia. Basado en experiencias reales de guitarristas, aquí tienes algunas recomendaciones que te pueden ayudar:
- Calentamiento: Antes de comenzar a tocar, realiza ejercicios de calentamiento para manos y muñeca.
- Hidratación: Mantenerte bien hidratado puede ayudar a que tus músculos y tendones funcionen correctamente.
- Postura adecuada: Asegúrate de mantener una postura correcta al tocar. Considera utilizar un taburete o silla que te brinde soporte.
- Descansos frecuentes: Programa pausas durante tus sesiones de práctica. A veces, diez minutos de descanso pueden marcar la diferencia.
Escucha a tu cuerpo
Recuerda que cada cuerpo es diferente. Si sientes dolor persistente, es crucial consultarlo con un especialista. Este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical, y aunque te ofrezco consejos prácticos, no sustituye el consejo médico. Escuchar a tu cuerpo y actuar a tiempo puede ayudarte a seguir tocando tus acordes favoritos durante muchos años más.
Así que, querido guitarrista, cuida de ti y de tus manos. La música necesita de ti, ¡y tú necesitas de tus manos!
- Esta lesión forma parte del grupo de dolencias que tratamos en la guía de bienestar del guitarrista.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.