¿Te has encontrado alguna vez sintiendo un hormigueo en la mano mientras tocas tus riffs favoritos? O peor aún, ¿has sentido que la fuerza de tu pua se desvanece sin razón? Si eres guitarrista, es probable que ya hayas vivido alguna de estas situaciones. Hoy vamos a sumergirnos en un tema crucial que solo los guitarristas más experimentados y sensibles al cuerpo abordan: la lesión del nervio cubital. Te hablaré de sus causas y, lo más importante, de las soluciones que he podido observar a lo largo de mis más de 20 años de experiencia en la música. Porque sí, hay vida más allá del dolor.
¿Qué es la lesión del nervio cubital?
El nervio cubital es uno de los tres nervios principales de la mano y, aunque no lo creas, está íntimamente ligado a nuestro arte. Este nervio se encuentra en la zona interna del codo y baja por el antebrazo hasta los dedos meñique y anular. Cuando hablamos de lesiones del nervio cubital en guitarristas, nos referimos a la compresión o irritación de este nervio, que puede dar lugar a síntomas como:
- Hormigueo en los dedos meñique y anular.
- Debilidad al agarrar la pua.
- Dificultad para tocar acordes específicos.
Causas más comunes de la lesión del nervio cubital
Ahora bien, ¿qué nos lleva a sufrir este tipo de lesion? Aquí hay algunas causas que he visto en los muchos años de trabajo con colegas y en mi propia trayectoria:
1. Posición al tocar
Claro, la forma en que sostienes tu guitarra es crucial. Una posición incorrecta puede causar una tensión innecesaria en el codo. Asegúrate de que la guitarra esté bien situada y que tengas una buena postura. Esta es una de las claves para evitar lesiones.
2. Repetitividad y carga de trabajo
Pues sí, toca lo que quieras, pero no olvides hacer pausas. Si ensayas durante horas sin parar, la sobrecarga puede agravar el nervio cubital. Alternar entre escalas, acordes y ritmos te ayudará a evitar el agotamiento muscular.
3. Condiciones anatómicas
Cuidado con las diferencias en la anatomía. Algunas personas tienen una predisposición natural a sufrir esta lesión. Puede que no haya nada que puedas hacer al respecto, pero conocer tu cuerpo es fundamental. Usa tu conocimiento para adquirir conciencia postural y evitar lesiones.
Soluciones prácticas para prevenir y tratar la lesión del nervio cubital
A continuación, te ofrezco una serie de soluciones que he aprendido basadas en experiencias reales de guitarristas y estudios de biomecánica musical. Aunque no soy médico, he visto que estos enfoques funcionan:
1. Estiramientos y ejercicios de fortalecimiento
Incorporar estiramientos específicos para el antebrazo y la mano en tu rutina. También puedes hacer ejercicios de fortalecimiento para la musculatura circundante. Esto ayuda a mantener el equilibrio y a reducir el riesgo de lesiones.
2. Uso de soportes ergonómicos
Considera el uso de pua con un agarre que no requiera tanta presión o una correa que distribuye mejor el peso de tu guitarra. Hay multitud de opciones en el mercado que pueden marcar la diferencia.
3. Pausas activas
Introduce pausas activas en tus sesiones de práctica. Durante 5 o 10 minutos, deja la guitarra y mueve los brazos y las manos. Esto evitará la rigidez y permitirá que el flujo sanguíneo vuelva a la normalidad.
Consulta a un especialista
Recuerda que este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical, pero no sustituye el consejo médico. Si experimentas dolor persistente, no dudes en consultar a un especialista. Ellos podrán ofrecerte un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.
Si sientes que este artículo te ha dado luz sobre una dolencia que te estaba afectando, te animo a que pongas en práctica estos consejos. ¡Tu guitarra y tu arte lo agradecerán! Mantente saludable y sigue creando música.
- Si eres guitarrista y te preocupa tu salud física, visita nuestra sección dedicada a la salud del guitarrista.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.