Hola, guitarrista. Si estás aquí, probablemente te sientas frustrado por esa sensación molesta en tus dedos que no se va. Quizás ya has probado diferentes técnicas, has ajustado tu técnica, pero ese hormigueo, esa parestesia persistente, sigue acechando en cada acorde que tocas. ¿Te suena familiar? Es como ese riff que no puedes sacar de tu cabeza, pero en vez de sonar bien, te causa preocupación. No estás solo en esto; muchos de nosotros hemos estado ahí. ¿Cuándo deberías dar el siguiente paso y consultar a un neurólogo? Si bien no soy médica, mi experiencia de más de 20 años con el instrumento me permite hablar con cierta autoridad sobre este tipo de problemas. Permíteme guiarte a través de este laberinto de dolor y dudas.
¿Qué es la parestesia y por qué te preocupa?
La parestesia es esa extraña sensación de hormigueo o adormecimiento en tus dedos, que puede hacerte sentir como si estuvieses tocando sobre un colchón de algodones. Imagina que intentas ejecutar un solo increíble y esos dedos que solían ser tus mejores aliados ahora parecen traicionarte. Basado en experiencias reales de guitarristas, sabía que este tipo de dolencias no son inusuales, pero son un claro signo de que algo no va bien.
Causas comunes de la parestesia en guitarristas
- Tensión muscular: La postura incorrecta al tocar puede conducir a una presión sobre los nervios, generando esa sensación incómoda.
- Sindrome del túnel carpiano: Un problema típico que puede ocasionar dolencias similares, especialmente en aquellos que pasan largas horas tocando sin descanso.
- Problemas circulatorios: Una mala circulación puede traducirse en adormecimiento y hormigueo.
- Lesiones por uso excesivo: Recuerda, si sientes dolor en los dedos, eso no es normal. Escucha a tu cuerpo.
¿Cuándo es el momento de buscar ayuda profesional?
Así que, cuando ese hormigueo no se va yufinalmente se convierte en un compañero constante, es hora de actuar. Pero, ¿cómo saber si es el momento adecuado para hacer una cita con un neurólogo? Aquí te dejo algunas señales de alarma:
- Dolor persistente o empeoramiento: Si el hormigueo se acompaña de dolor que no se alivia con descanso.
- Problemas de movilidad: Dificultades al mover los dedos o pérdida de fuerza en la mano.
- Malestar que interfiere con tu práctica: Si ya no puedes tocar como antes porque las molestias son insoportables.
Evaluación inicial y qué esperar
Si decides ir al neurólogo, es probable que te realicen una serie de pruebas para descartar condiciones. La electromiografía (EMG) es común para evaluar la función nerviosa. Ten en cuenta que este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical, por lo que sé que la intervención temprana puede hacer una gran diferencia.
No sustituyas el consejo médico. Si esos síntomas persisten o empeoran, ¡no dudes en buscar ayuda! A veces, un diagnóstico temprano es clave para evitar problemas a largo plazo.
Así que, guitarrista, no te desesperes. Escuchar a tu cuerpo es fundamental y, mientras tanto, sigue tocando y disfrutando de la música. Si bien las molestias pueden ser un golpe en el corazón del músico, no estás solo y hay formas de seguir adelante. Cuida tus dedos como cuidas tu guitarra; son esenciales para que tu música siga resonando en el mundo.
- En nuestro apartado de prevención y cuidado para guitarristas profundizamos más sobre este tema.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.