¿Te has preguntado alguna vez si una mala correa de guitarra puede ser la culpable de esos persistentes dolores en el hombro? Si sientes que el peso de tu guitarra se convierte en un auténtico tormento cada vez que tocas, no estás solo. Después de más de 20 años de rodaje en estudios y escenarios, he visto de todo: desde guitarristas que luchan con lesiones crónicas hasta aquellos que, a pesar de su talento, se ven obligados a dejar la música debido a problemas físicos. Pero aquí viene la pregunta del millón: ¿podría estar todo esto relacionado con la correa que eligieron? ¡Vamos a desentrañar este misterio!
La importancia de una buena correa de guitarra
La correa de guitarra es mucho más que un simple accesorio; es una herramienta esencial que afecta directamente a nuestra postura y comodidad al tocar. Una correa inadecuada puede provocar tensiones en los hombros y el cuello, contribuyendo a lesiones que, aunque no siempre visibles, pueden afectar nuestra técnica y disfrute musical. Pero, ¿cómo puede una correa impactar tu cuerpo? Aquí lo desglosamos:
1. Distribución del peso
Una buena correa debe ser capaz de distribuir el peso de la guitarra uniformemente a través de tu hombro, evitando la presión en una única zona. Si sientes que tu guitarra se resbala o se desplaza constantemente, puede que estés tensando los músculos de manera incorrecta, lo que lleva a un sobreuso de los mismos.
2. Materiales y ergonomía
Las correas que están hechas de materiales poco transpirables o rígidos pueden hacer que la experiencia de tocar sea incómoda. Optar por una correa que sea suave y tenga un buen acolchado es clave. Lo ideal es:
- Cintas anchas que ayuden a aliviar el punto de presión.
- Materiales que absorban la humedad y mantengan la piel fresca.
- Un diseño que se adapte a tu estilo de tocar, ya sea de pie o sentado.
3. Ajuste y longitud
Un ajuste incorrecto de la correa puede causar que sostengas la guitarra en una posición forzada. ¡Nadie quiere tocar con una guitarra que está más cerca de la rodilla que de la cintura! Mantener la guitarra en una posición adecuada no solo mejora tu técnica, también evita futuras lesiones.
¿Lesiones típicas provocadas por una correa inadecuada?
Estuve en un montón de ensayos y conciertos, y durante ese tiempo he notado varios tipos de molestias recurrentes en otros guitarristas. Algunas de las lesiones más comunes incluyen:
- Tendinitis del hombro: La inflamación de los tendones del hombro puede agravarse por una correa que no distribuya bien el peso.
- Dolor en el cuello: Sostener la guitarra en una posición incómoda puede tensionar los músculos del cuello.
- Síndrome del túnel carpiano: Aunque se relaciona más con la técnica de las manos, una mala postura puede poner tensión en el área del hombro y brazo.
¿Qué hacer si sospechas que tu correa es la culpable?
Si reconoces que tu correa podría estar detrás de esos molestos dolores, hay pasos que puedes seguir para solucionarlo:
- Prueba diferentes correas hasta encontrar la que te ofrezca la mejor comodidad y soporte.
- Consulta con otros músicos sobre sus experiencias, esto te dará perspectivas valiosas sobre las mejores opciones disponibles.
- Realiza estiramientos y ejercicios específicos para mantener la movilidad en los hombros.
Recuerda, este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical, y aunque mi experiencia personal no sustituye el consejo médico, es crucial prestar atención a tu cuerpo. Si el dolor persiste, no dudes en consultar a un especialista. ¡Protege tu pasión y cuida de tus hombros para seguir creando música por mucho tiempo más!
- Descubre todos nuestros contenidos sobre molestias frecuentes en guitarristas y aprende cómo evitarlas.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.