¿Alguna vez te has preguntado si el dolor de espalda, el cuello tenso o la fatiga visual podrían estar relacionados con tu pasión por la guitarra? Puede que pienses que son solo parte del juego, pero la realidad es que también hay un lado oscuro que pocos comentan: la mala visión derivada de la postura inadecuada mientras tocas. Hablo desde la experiencia, con más de 20 años compartiendo escenario y estudio con músicos que, como tú, han padecido estas molestias. Sí, la guitarra puede ser un arte, pero también es un esfuerzo físico considerable, ¡y descuidar cómo tocas podría llevarte a problemas serios! En este artículo, vamos a desmenuzar los efectos de la visión en tu forma de tocar y, más importante aún, cómo puedes prevenir y tratar esos problemas posturales que tanto nos afectan. Así que, ¡prepárate para descubrir la conexión entre tu vista y tu postura de una vez por todas!
Efectos del Esfuerzo Visual en Guitarristas
Cuando tocas la guitarra, tu cuerpo no solo se mueve; también realiza un gran esfuerzo visual. Ya sea que estés leyendo partituras, mirando las posiciones de los dedos o prestando atención a los gestos de otros músicos, tus ojos y tu cuello están constantemente trabajando. Esto puede provocar tensiones musculares que, con el tiempo, llevan a lesiones específicas. Aquí te dejo algunos efectos comunes del esfuerzo visual en guitarristas:
- Tensión cervical: La postura encorvada para ver la guitarra o una partitura puede generar molestias en el cuello.
- Puntos de presión: Estar demasiado concentrado puede llevarte a adoptar posturas estáticas no saludables.
- Fatiga ocular: Mirar de cerca durante largos períodos sin descansos puede provocar cansancio y dolor ocular.
- Dolores de cabeza: La tensión acumulada puede desencadenar migrañas o dolores de cabeza por tensión.
Postura y Ergonomía: Claves para Prevención
La postura es uno de los pilares fundamentales en la práctica instrumental. Sin embargo, muchas veces, atribuimos nuestras molestias a la técnica de ejecución, sin considerar cómo la forma en que nos posicionamos frente al instrumento puede influir en nuestra salud a largo plazo. Aquí tienes algunos consejos basados en experiencias reales de guitarristas que he conocido a lo largo de mi carrera:
1. Ajusta Tu Altura de Silla y Guitarra
Mantén tu silla a una altura que te permita alinear el codo con las cuerdas de la guitarra. De esta manera, evitas tensión en el cuello y los brazos.
2. Haz Pausas Regulares
Cuando sientas que tus ojos se cansan, toma un respiro. Mira hacia otro lado o cierra los ojos durante 20 segundos. Esto ayudará a reducir la fatiga ocular.
3. Revisa la Posición de la Guitarra
Intenta posicionar la guitarra de manera que no tengas que inclinarte hacia adelante. Mantener una ligera inclinación hacia atrás puede ser de gran ayuda.
La Importancia de Consultar a un Profesional
Aunque este artículo no sustituye el consejo médico, es crucial recordar que si experimentas dolores persistentes, deberías consultar a un especialista. Un fisio o un médico deportivo pueden ofrecerte un diagnóstico adecuado y orientarte hacia el tratamiento correcto.
En mi experiencia, aprender a cuidar nuestro cuerpo es tan importante como practicar la técnica adecuada. La guitarra es un vehículo de expresión, no una condena a vivir con dolor. Así que, si alguna vez te encuentras frotándote el cuello o intentando quitarte el dolor de cabeza tras una larga sesión de práctica, ahora sabes que podría ser el momento de repensar tu postura y cómo utilizas tu visión al tocar. Con el tiempo, ríndete ante el poder de la prevención y mejora tu relación con la guitarra. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
- Para más consejos prácticos sobre este tipo de molestias, visita nuestra sección de guitarristas lesionados.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.