¿Te has sentido alguna vez frustrado porque, a pesar de tu dedicación y horas de práctica, en lugar de mejorar solo estás acumulando dolores en manos y brazos? Si te sientes identificado, ¡no estás solo! Muchos guitarristas principiantes se ven atrapados en el ciclo del exceso de práctica, y lo que podría ser una maravillosa experiencia musical se convierte en una carga física. Basta de sufrir en silencio, ¡hablemos de cómo evitar lesiones y disfrutar de la guitarra desde el inicio!
El dilema del principiante: práctica vs. lesiones
Cuando comencé a tocar la guitarra, igual que tú, estaba ansiosa por mejorar. Sin embargo, con esa pasión ardiente vinieron horas de práctica que, en lugar de fortalecerme, fueron desgastándome físicamente. Ahora, tras más de 20 años en este mundo de la música y con cientos de experiencias compartidas con otros músicos, sé que prevenir es la clave. Así que, vamos a desmenuzar cuáles son las principales causas de lesiones y cómo puedes evadirlas desde el comienzo.
Identificando el exceso de práctica
¿Quién no ha estado ahí? Esa necesidad imperiosa de tocar y tocar, de practicar cada acorde hasta que suene perfecto. Pero aquí está la trampa: el cuerpo tiene sus límites. El exceso de práctica puede manifestarse de varias formas, incluyendo:
- Dolor o rigidez en las manos y muñeca.
- Tensión en los brazos y hombros.
- Fatiga general y falta de concentración al tocar.
Estas son señales que no debes ignorar. Basado en experiencias reales de guitarristas, muchos llegan al extremo de desarrollar problemas como tendinitis o síndrome del túnel carpiano, issues nada agradables que pueden apartarte de tu pasión durante meses.
Estrategias para evitar lesiones desde el inicio
Entonces, ¿cómo te aseguras de que tu camino como guitarrista sea sostenible y saludable? Aquí tienes algunos consejos prácticos y efectivos que he recopilado a lo largo de mi carrera, junto con insights de profesionales de la biomecánica musical:
1. Establece un horario de práctica razonable
Es tentador practicar durante horas, pero tu cuerpo necesita descansar. Comienza con sesiones de 30 a 45 minutos y asegúrate de hacer pausas cada 10-15 minutos. Eso permitirá que tus músculos recuperen fuerza y evitará la tensión acumulada.
2. Calentamiento y estiramientos
Antes de tocar, también como lo hacemos antes de un concierto, dedica unos minutos a calentar tus dedos y brazos. Algunos estiramientos simples pueden ser muy efectivos. ¿Por qué? Porque aumentan la circulación y preparan tus músculos para el esfuerzo. ¡No lo olvides!
3. Mejora la técnica y el posicionamiento
Una buena técnica no solo mejora tu sonido, sino que también evita lesiones. Presta atención a cómo sostienes la guitarra, tu postura y la disposición de tus manos. Infórmate sobre las mejores prácticas y, si tienes dudas, considera tomar algunas lecciones con un profesor experimentado.
4. Escucha a tu cuerpo
Si sientes dolor, no lo ignores; es una señal de que tu cuerpo está reaccionando de forma negativa. Respeta tus límites y ajusta tu práctica en consecuencia. Muchas lesiones son el resultado de ignorar esas pequeñas dolencias que van escalando.
Cuando consultar a un profesional
A veces, incluso con la mejor prevención, puede que experimentes molestias persistentes. Este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical, pero recuerda que no sustituye el consejo médico. Si el dolor persiste, ¡no dudes en consultar a un especialista! Ellos pueden ofrecerte el diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento para asegurarte una recuperación efectiva.
Así que, querido guitarrista, adopta estas recomendaciones desde el principio y cuida de tu instrumento más valioso: tu cuerpo. La música es un viaje, y cada nota que tocas debe ser un reflejo de la alegría y no del dolor. ¡A disfrutar de la guitarra!
- Accede a todos nuestros artículos enfocados en cuidar el cuerpo al tocar la guitarra.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.