¿Alguna vez has sentido que tus cuerdas vocales no son las únicas que se tensionan cuando tocas la guitarra? Aunque parezca sorprendente, el uso excesivo de nuestra vista al tocar puede tener un impacto más profundo en tu cuerpo del que imaginas, sobre todo en tu espalda. Después de más de 20 años de experiencia entre escenarios y estudios, puedo decirte que este es un problema común entre guitarristas, y la solución puede estar más cerca de lo que piensas. Pero antes de revelarte la forma en que esto sucede, vamos a profundizar en cómo el talento y la técnica se combinan con la postura y el bienestar corporal.
La conexión entre la vista y la postura
Cuando tocas la guitarra, tu concentración está en las notas, los acordes y las técnicas que quieres dominar. Sin embargo, es fácil olvidarse de que la manera en que posicionamos nuestros ojos también afecta cómo sostenemos el instrumento. Basado en experiencias reales de guitarristas, he observado que el esfuerzo constante por mirar las partituras o la pantalla de un ordenador puede generar una sobrecarga en la espalda, que se traduce en tensiones y molestias físicas. ¿Pero cómo ocurre esto?
La mecánica del cuerpo al tocar la guitarra
Cuando inclinas la cabeza hacia adelante para ver las notas, la columna vertebral y los músculos del cuello empiezan a hacer un esfuerzo adicional. Con el tiempo, esta postura puede llevar a:
- Tensión en los músculos del cuello y los hombros.
- Dolor en la parte superior e inferior de la espalda.
- Incomodidad en la zona lumbar.
Los movimientos constantes de inclinación pueden hacer que ciertos músculos se sobrecarguen, y con ello, comienzas a sentir que tu cuerpo no responde como debería. ¡Y aquí es donde el dolor se convierte en un compañero no deseado! Pero no todo está perdido. Prevenir esta sobrecarga es mucho más sencillo de lo que parece.
Consejos prácticos para evitar la sobrecarga muscular
Aquí van algunas recomendaciones, todas basadas en estudios de biomecánica musical y mi propia experiencia con otros músicos:
- El método del tercer ojo. Trata de memorizar partes de las canciones, así podrás evitar mirar constantemente las partituras. Esto no solo te hace más independiente en el escenario, sino que también alivia la presión sobre tu espalda.
- Ajusta tu postura. Mantén una posición erguida mientras tocas. Asegúrate de que tus hombros estén relajados y que la guitarra esté colocada a una altura cómoda.
- Realiza pausas activas. Tómate unos minutos cada media hora para levantarte, estirarte y permitir que tu cuerpo se relaje. Te lo agradecerá.
Escucha a tu cuerpo
Siempre es importante escuchar las señales que tu cuerpo te envía. Si sientes un dolor persistente, no dudes en consultar a un especialista. Este contenido ha sido revisado con base en estudios, pero no sustituye el consejo médico. La salud es lo primero.
No puede ser que tu pasión por la guitarra se convierta en una carga física. Tómate el tiempo necesario para cuidar de ti mismo mientras desarrollas tus habilidades. Recuerda, la música debe ser un placer, no un dolor.
- Este problema también está explicado con más detalle en la guía de dolores habituales en guitarristas.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.