Myke Towers y la anécdota más graciosa en una sesión de grabación

Myke Towers y la anécdota más graciosa en una sesión de grabación
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En el universo del reggaetón, donde las vibras son tan intensas como los latidos del corazón, nombres como el de Myke Towers resuenan con un eco especial. Este artista, con su estilo único y auténtico, ha cambiado las reglas del juego y ha demostrado que el talento y la originalidad no tienen límites. Pero más allá de su música, hoy quiero compartir una anécdota que, aunque parezca sacada de una comedia, sucedió de verdad en una sesión de grabación y nos dejó a todos riendo a carcajadas.

Myke Towers y su esencia única

Desde sus inicios, Myke Towers ha capturado la atención del público gracias a su combinación de letras profundas y ritmos pegajosos. Su último hit no es la excepción, un tema que refleja su crecimiento como artista y que, sin duda, se va a convertir en un clásico del reggaetón. Lo que más me sorprende de él es su capacidad para mezclar seriedad en sus letras con ese toque desenfadado que a todos nos atrapa. Pero lo que viví en una de sus sesiones de grabación me dejó una lección sobre lo impredecible que puede ser este mundo musical.

La sesión de grabación: de la música a la risa

Era una tarde cualquiera en el estudio, y Myke llegó con su energía habitual, listo para grabar una colaboración que prometía. Como productor, siempre me gusta crear un ambiente relajado, donde la creatividad fluya sin restricciones. Tras varias tomas de la canción, el ambiente se tornó tan ligero que comenzamos a hacer chistes y a compartir anécdotas. En medio de ese clima, decidimos que sería divertido hacer una especie de “karaoke” con un par de temas clásicos del reggaetón.

El momento hilarante

En un momento de locura pura, Myke se subió a una silla para interpretar uno de sus versos, intentando dar un espectáculo al estilo de un gran concierto. Mientras se movía al ritmo de la música, la silla, que claramente no estaba preparada para semejante show, se tambaleó. En un instante, Myke se vio en una situación digna de un sketch de comedia: ¡cayó al suelo de una forma tan exagerada que todos casi nos ahogamos de la risa! Justo después de caer, se levantó como si nada, sonriendo y diciendo: “¡Eso sí que fue un descenso dramático!”. Desde ese día, cada vez que estamos en el estudio, no perdemos la oportunidad de recordar aquel momento, lo que siempre desata una buena carcajada.

Lo que aprendí de Myke Towers

Aparte de su increíble talento, Myke me enseñó algo importante: en medio de la seriedad y la presión del mundo musical, siempre hay espacio para la diversión. Esa capacidad de reírse de uno mismo y de disfrutar el proceso es lo que lo convierte en un artista excepcional. Así que, para todos los que sueñan con subir al escenario, recordad que un buen sentido del humor puede ser tan crucial como tener el mejor ritmo.

En definitiva, el reggaetón no solo se trata de hacer música; se trata de crear recuerdos, reír y disfrutar cada momento. Y aunque el talento de Myke Towers brille por sí mismo, las pequeñas anécdotas como esta son las que realmente nos humanizan y nos acercan más a los artistas que tanto admiramos.