Hay veces en las que la música nos sorprende de maneras inimaginables, y una de las historias más fascinantes del mundo musical es la de una canción compuesta sin que su creador pudiera escucharla nunca. Este enigma nos lleva a reflexionar sobre la esencia misma de la creación artística y pone de relieve la profunda conexión entre el sonido y la emoción. La canción en cuestión es «Symphony No. 9», también conocida como la «Novena Sinfonía», de Ludwig van Beethoven. Pero, ¿cómo es posible que un genio de la música compusiera una obra maestra sin poder experimentar su propio sonido? Vamos a desentrañar este misterio.
La vida de Ludwig van Beethoven: un mago del sonido
Beethoven es, sin duda, uno de los compositores más influyentes de la historia de la música clásica. Nacido en Bonn, Alemania, en 1770, sus contribuciones al mundo de la música fueron trascendentales. A lo largo de su vida, mostró un talento excepcional para el piano y la composición, pero su visión musical se vio desafiada cuando comenzó a perder su audición en sus 20 años. La otosclerosis, una enfermedad que afecta la audición, fue la causa de su progresiva sordera. A pesar de este desafío, Beethoven continuó creando obras impresionantes, incluyendo algunas de sus sinfonías más celebradas. Pero la Novena Sinfonía marca un punto culminante en su carrera, tanto por su ambición como por las circunstancias que rodearon su creación.
La Novena Sinfonía: un símbolo de resistencia y genio
Compuesta entre 1822 y 1824, la «Novena Sinfonía» es famosa por ser la primera sinfonía que incorpora voces humanas en su cuarto movimiento, el «Himno a la Alegría». Esta obra se considera un hito en la música clásica y un testimonio del espíritu de libertad y fraternidad. Pero lo realmente extraordinario es que, para el momento en que se estrenó, Beethoven había quedado completamente sordo. Imaginen la lucha interna que debió experimentar: un compositor con un oído excepcional que ahora no podía escuchar las notas que brotaban de su propia pluma.
¿Cómo lo hizo?
La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo fue posible que Beethoven compusiera una obra de tal magnitud sin poder escucharla? La respuesta radica en su profunda conexión con la música y su extraordinaria capacidad para visualizar todo el proceso creativo. Estos son algunos aspectos que le permitieron llevar a cabo esta hazaña:
La importancia de la Novena Sinfonía hoy en día
La «Novena Sinfonía» no solo es un hito dentro del repertorio clásico, sino que también ha trascendido a la cultura popular. Su «Himno a la Alegría» ha sido adoptado como símbolo de unidad y paz en todo el mundo. La obra ha inspirado a generaciones de músicos y ha demostrado que la música puede superar cualquier adversidad. Lo que Beethoven logró con su Novena es una verdadera declaración de que el arte no necesita de un sentido específico para ser creado y apreciado.
Conclusión: la música más allá de la audición
Al final del día, la historia de Beethoven y su Novena Sinfonía nos recuerda que la música es una forma de expresión que va más allá de la capacidad auditiva. Es una manifestación del alma humana, una conexión emocional que puede trasmitirse de formas diversas. Así que la próxima vez que escuches una sinfonía, piensa en el viaje del compositor y en cómo, incluso en la oscuridad, puede surgir la luz de la creatividad. Y si hay algo que este relato nos enseña es que, a veces, la verdadera belleza reside en los desafíos. ¿Quién sabe qué otras maravillas se han creado en silencio?
Esto es solo una muestra de las rarezas del mundo sonoro que hemos recopilado.
1980, Barcelona, España.
Ingeniero de sonido, mezcla y mastering.
Guitarrista y compositor de música.
Ha lanzado 4 álbumes, 9 EPs y decenas de sencillos de diferentes géneros musicales.
También ha mezclado, masterizado y grabado para innumerables artistas independientes.
Fotógrafo y dibujante por afición.