Imagina un mundo donde los sonidos son más que simples vibraciones; son experiencias que pueden transformar la manera en la que percibimos la vida. Durante mis más de 20 años como productor musical, he creado y explorado un sinfín de melodías, ritmos y frecuencias, y en este fascinante viaje, he comenzado a preguntarme: ¿hay sonidos que solo los niños pueden percibir? Más allá de la teoría musical y la producción, la conexión de los niños con la música y los sonidos es un fenómeno que me resulta apasionante y enigmático a partes iguales.
La percepción sonora en la infancia
Los niños tienen una capacidad auditiva excepcional que tiende a decrecer con la edad. En su primera infancia, poseen una sensibilidad hacia ciertas frecuencias que, curiosamente, muchos adultos ya no pueden captar. Los sonidos agudos, las melodías suaves y ciertos timbres instrumentales parecen resonar con más intensidad en sus jóvenes y curiosas mentes. Esto plantea una pregunta intrigante: ¿es posible que los sonidos que ellos escuchan tengan un impacto que va más allá de la mera audición?
Frecuencias y emociones
Varios estudios demuestran que los niños son más receptivos a frecuencias altas y bajas, lo que les permite disfrutar de ciertas tonalidades que estrujan sus emociones. Esta conexión emocional no es casualidad. La música, como forma de arte, puede desencadenar respuestas profundas, y los niños, en su esencia más pura, se encuentran en un estado de constante descubrimiento sensorial. Algunos ejemplos de sonidos que podrían afectarles de manera distinta incluyen:
- Ruidos naturales: Los cantos de los pájaros, el murmullo del agua o el susurro del viento.
- Notas musicales: Melodías sencillas que pueden parecer banales a un adulto, pero que tienen la capacidad de despertar la imaginación infantil.
- Ruidos de juego: Los sonidos que crean durante el juego, como el tintineo de las campanas o el crujido de hojas secas.
La psicología detrás de los sonidos
La psicología del sonido es un campo apasionante, y en él juegan un papel crítico los niños. Su cerebro, en desarrollo, se adapta a los estímulos sonoros de formas que los adultos a menudo no pueden comprender. Los niños suelen demostrar un interés intenso en los sonidos que provienen de juguetes musicales, instrumentos y hasta ruido de fondo. Esto sugiere una curiosidad innata y una habilidad para conectar con el sonido de maneras que quizás nosotros hemos olvidado. En este sentido, ¿no es fascinante pensar que hay una magia en los sonidos que sólo ellos parecen poder ver y sentir?
Los sonidos etéreos y la creatividad
A medida que crecen, muchos de estos pequeños artistas pierden la capacidad de escuchar esos “sonidos mágicos” que describía. Sin embargo, hay una lección que todos podemos aprender aquí: la importancia de fomentar la creatividad y la curiosidad. Aquellos que son capaces de recuperar esa percepción son quienes, de alguna manera, logran conectar a un nivel más profundo con la música y el arte. Es posible que, al explorar sonidos que parecen inalcanzables, podamos abrir puertas a nuevas perspectivas en la producción musical.
¿Un futuro auditivo diferente?
¿Será posible que los avances tecnológicos en la música y el sonido permitan redefinir lo que escuchamos? Con desarrollos en sonido 3D y tecnologías inmersivas, podríamos estar en el umbral de reconocer y experimentar sonidos que antes solo existían en la percepción de los niños. La clave radica en la exploración y en mantener viva esa curiosidad, no solo en los pequeños, sino en todos nosotros.
Así que, la próxima vez que enfrentes una melodía familiar o un sonido que te resulte insignificante, recuerda que para un niño podría ser un universo entero esperando por ser descubierto. La pregunta, entonces, no es si hay sonidos que solo perciben los niños, sino si hemos tenido el coraje de sumergirnos en esa misma experiencia sonora y redescubrir la magia oculta en cada nota.
Si te apasionan estos temas, te encantará explorar nuestras historias curiosas sobre música.
1980, Barcelona, España.
Ingeniero de sonido, mezcla y mastering.
Guitarrista y compositor de música.
Ha lanzado 4 álbumes, 9 EPs y decenas de sencillos de diferentes géneros musicales.
También ha mezclado, masterizado y grabado para innumerables artistas independientes.
Fotógrafo y dibujante por afición.