Imagina un disco que solo cobra vida en el momento en que la música y el movimiento se entrelazan, un proyecto que desafía las normas establecidas de la creación musical. Bienvenidos a la intrigante idea de “Discos que solo suenan si hay movimiento en la habitación”, una experiencia sonora que es tanto un estudio como una reflexión sobre nuestra relación con la música y el espacio que habitamos. Como productor musical con años de experiencia recorriendo el mundo de los sonidos y ritmos, hoy quiero desentrañar este concepto que mezcla lo efímero con lo tangible, y cómo esta idea se ha convertido en un fenómeno fascinante en nuestra era musical.
La esencia de la música en movimiento
Cuando hablamos de música, a menudo la asociamos con un ambiente estático: un disco en un tocadiscos, un streaming en casa, o una banda tocando en un escenario. Sin embargo, ¿qué pasaría si la música dependiera del movimiento, de la energía de los cuerpos en la habitación? Esto es precisamente lo que plantea la noción de “Discos que solo suenan si hay movimiento en la habitación”. La música, en este contexto, se convierte en un elemento que no solo se escucha, sino que también se siente y se experimenta de manera física.
La interacción como motor del sonido
En este concepto de discos, el movimiento no es simplemente un acompañante, sino el motor que activa la música. Aquí es donde los elementos de la performance entran en juego. El público no es solo un espectador; se convierte en un co-creador. Aquí van algunas particularidades sobre esta interacción:
Un viaje acústico y físico
He tenido el privilegio de experimentar este tipo de proyectos en varios rincones del planeta. Desde instalaciones interactivas en museos hasta conciertos al aire libre donde el público camina y danza al ritmo de la música, cada experiencia es un viaje que transforma cada nota en algo personal e irrepetible. En estos eventos, el sonido se convierte en una carta de presentación de la relación entre el espacio y el huésped, una conversación en la que cada movimiento cuenta. Así que cada paso, cada gesto, contribuye a la creación de un paisaje sonoro completamente nuevo.
El futuro de la música en movimiento
¿Adónde vamos desde aquí? Lo cierto es que la tecnología ha abierto un abanico de posibilidades que permiten explorar esta idea de formas nunca antes vistas. Imagina una aplicación que active diferentes discos dependiendo de cuánto y cómo te muevas en su radius, o instalaciones en festivales donde la música cambia según la energía y el ritmo de los asistentes. Este futuro no solo redefine el espacio de la música, sino que también plantea preguntas sobre el papel del oyente en la creación musical. ¿Qué sucede cuando la audiencia se convierte en parte del proceso creativo?
Así que, la próxima vez que escuches un disco, pregúntate: ¿qué pasaría si la música que emana de él dependiera de mi energía? Este interrogante no solo transforma la manera de entender la música, sino que también invita a explorar la conexión más profunda entre el sonido, el movimiento y, en última instancia, nuestras propias vidas. En este viaje, cada nota, cada latido, se convierte en parte de una danza continua en la que somos todos participantes activos.
- Si te interesa descubrir aspectos sorprendentes del sonido y la cultura musical, explora nuestra sección de curiosidades del mundo de la música.
1980, Barcelona, España.
Ingeniero de sonido, mezcla y mastering.
Guitarrista y compositor de música.
Ha lanzado 4 álbumes, 9 EPs y decenas de sencillos de diferentes géneros musicales.
También ha mezclado, masterizado y grabado para innumerables artistas independientes.
Fotógrafo y dibujante por afición.