Cuando se trata de la creación musical, cada detalle cuenta, desde la elección del instrumento hasta la forma en la que se interactúa con él. En este viaje sonoro, un elemento a menudo pasado por alto es el hecho de tocar instrumentos descalzo. Esta práctica, que puede parecer trivial, está profundamente enraizada en tradiciones rituales de diferentes culturas y puede tener un impacto sorprendente en la forma en que percibimos y creamos música. Hoy, quiero llevarte a un mundo donde el suelo frío y las vibraciones cálidas se entrelazan, creando una conexión única entre el músico y su arte.
Una conexión profunda con la tierra
Tocar descalzo no solo es una cuestión de comodidad; se trata de volver a conectar con lo primitivo, lo elemental. La sensación del suelo bajo los pies puede influir en nuestra interpretación musical. Hay algo visceral en sentir la textura de la tierra o el frío del cemento que puede inspirar un nuevo acorde, un nuevo golpe, una nueva melodía. Este regreso a lo básico nos ancla y nos recuerda que, a menudo, las mejores experiencias musicales son las más simples.
Instrumentos que favorecen esta conexión
No todos los instrumentos se adaptan igual a esta práctica, pero hay una variedad que realmente resuena con la experiencia de tocar descalzo. Aquí tienes algunos ejemplos destacados:
- Perú: El cajón – Tocar este instrumento de percusión con los pies desnudos intensifica la sensación de conexión con el ritmo.
- España: La guitarra flamenca – Los guitarristas suelen tocar descalzos para sentir el golpe del cuerpo del instrumento vibrar sobre sus pies.
- Brasil: Berimbau – La tradición afrobrasileña incluye tocarlo descalzo para conectarse con la energía de su entorno.
Rituales y tradiciones alrededor del mundo
A lo largo de la historia, diferentes culturas han integrado el acto de tocar descalzo en sus rituales. Desde las celebraciones indígenas en América del Sur hasta las danzas espirituales en África, despojarse de los zapatos es a menudo considerado un acto de humildad y conexión con la naturaleza. Al tocar descalzo, los músicos no solo crean música, sino que también rinden homenaje a sus raíces y al entorno que les rodea.
Beneficios psicológicos y físicos
Además de la conexión espiritual, tocar descalzo tiene beneficios tangibles. La práctica ayuda a liberar tensiones y a fomentar una mejor circulación sanguínea. La propriocepción, o la conciencia de la posición de nuestro cuerpo, se agudiza, lo que mejora la coordinación y el ritmo. Al permitir que el sonido resuene desde el suelo hasta nuestro cuerpo, se crea una forma única de feedback que puede transformar radicalmente la experiencia musical.
Conclusión: ¿Es un ritual o una necesidad?
En definitiva, tocar instrumentos descalzo como parte del ritual no es solo una elección estética; es una forma de arte que fusiona la tradición, la conexión física y la expresión emocional. Así que la próxima vez que agarres tu instrumento, considera despojarte de los zapatos. Te sorprenderás de cómo esta simple acción puede cambiar por completo la dinámica de tu música. ¡Atrévete a experimentar y transforma tu forma de crear!
Este tipo de descubrimientos los recopilamos en nuestro archivo de música y hechos insólitos.
1980, Barcelona, España.
Ingeniero de sonido, mezcla y mastering.
Guitarrista y compositor de música.
Ha lanzado 4 álbumes, 9 EPs y decenas de sencillos de diferentes géneros musicales.
También ha mezclado, masterizado y grabado para innumerables artistas independientes.
Fotógrafo y dibujante por afición.