Imagina poder experimentar la música de una forma completamente diferente, verla en un arcoíris vibrante que se despliega en tu mente con cada acorde, cada nota y cada compás. La sinestesia es un fenómeno fascinante, uno que no solo desafía nuestra comprensión de cómo percibimos el arte, sino que también puede ofrecer una nueva dimensión a la experiencia musical. Como productor musical que ha recorrido escenarios internacionales, me he cruzado con artistas que parecen tocar su música como si estuvieran pintando un cuadro. ¿Cómo es posible? En este artículo, te llevaré a un viaje por el mundo de la sinestesia y su relación inextricable con la música.
¿Qué es la sinestesia?
La sinestesia es una condición neurológica en la que los sentidos se entrelazan de maneras sorprendentes. Para algunos, escuchar un sonido puede evocar la visión de un color, mientras que otros pueden sentir sabores al escuchar ciertas palabras. Esta interconexión sensorial no es un mero truco de la mente. De hecho, se estima que entre el 1% y el 4% de la población experimenta sinestesia en alguna forma. Para un productor musical, esta realidad puede ser una puerta de entrada a una nueva forma de crear y sentir la música.
Tipos de sinestesia en la música
En mi experiencia, hay varios tipos de sinestesia que los músicos pueden experimentar. Algunos de los más comunes incluyen:
- Sinestesia de sonido a color: Aquí, diferentes notas o acordes se asocian con colores específicos. Por ejemplo, una nota de la menor podría «verse» como un azul profundo.
- Sinestesia de sonido a forma: Al escuchar ciertos ritmos o melodías, algunos músicos describen que «ven» formas o patrones geométricos en su mente.
- Sinestesia de sonido a sabor: Menos frecuente, pero fascinante, donde ciertos sonidos pueden evocar sabores en la lengua.
La música como experiencia multisensorial
¿Y qué significa esto para los productores y creadores de música? Para mí, la sinestesia transforma la forma en que abordamos la producción musical. Cada sonido se convierte en más que una nota; es una paleta de colores y texturas que se entrelazan para formar una obra maestra. Este enfoque no solo mejora nuestra creatividad, sino que también nos permite conectar con nuestra audiencia a un nivel más profundo. Cuando un oyente siente que puede «ver» la música que escucha, se crea una experiencia inmersiva que va más allá de lo auditivo.
Sintetizando sonidos y colores
En el estudio, he trabajado con sintetizadores que permiten manipular el rango de frecuencias para evocar diferentes «colores» de sonido. Sabemos que las frecuencias más altas tienden a ser asociadas con colores más brillantes, mientras que las frecuencias más bajas pueden evocan tonos más oscuros y profundos. Esta relación entre sonido y color puede ser una herramienta poderosa para cualquier productor:
- Utilizar frecuencias específicas para evocar emociones concretas.
- Combinaciones de sonidos que reflejen un paleta de colores específicos, creando así una cohesión en la obra.
- Aplicar efectos de sonido para intensificar esta experiencia multisensorial, enriqueciendo el viaje del oyente.
Cara a cara con sinestésicos
Lo más fascinante de todo esto es trabajar con artistas que son sinestésicos. Cada vez que un sinestésico me describe su experiencia, me deja con la boca abierta. La forma en que pueden crear imágenes vívidas a partir de sonidos simples es algo que un productor musical debe experimentar para entender plenamente. Me siento inspirado a buscar esas conexiones entre lo que escucho y lo que puedo visualizar, y es este proceso el que realmente infunde vida a nuestras producciones.
¿Cómo potenciar la sinestesia en tu proceso creativo?
Si bien no todos podemos ser sinestésicos, hay formas en que puedes acercar tu experiencia musical a este estado especial:
- Escucha atentamente: Tómate tiempo para explorar diferentes géneros musicales y nota las emociones que evoca en ti.
- Experimenta con capas: Mezcla sonidos y texturas para ver cómo se comportan juntos y qué imágenes vienen a tu mente.
- Visualiza mientras produces: Crea gráficos o elementos visuales que representen tus sensaciones musicales; puede facilitarte un enfoque más sinestésico en tu trabajo.
Al final del día, la música es un lenguaje universal, y la sinestesia añade otro nivel de belleza y conexión. Así que, la próxima vez que escuches tu canción favorita, detente un momento y pregúntate: ¿qué colores ves?
- Si te interesa descubrir aspectos sorprendentes del sonido y la cultura musical, explora nuestra sección de curiosidades del mundo de la música.
1980, Barcelona, España.
Ingeniero de sonido, mezcla y mastering.
Guitarrista y compositor de música.
Ha lanzado 4 álbumes, 9 EPs y decenas de sencillos de diferentes géneros musicales.
También ha mezclado, masterizado y grabado para innumerables artistas independientes.
Fotógrafo y dibujante por afición.