Algunos artistas han decidido situar su creación musical en un plano casi místico, donde la autoría se difumina y la esencia espiritual de la música toma protagonismo. Esta tendencia, más común de lo que podríamos pensar, invita a la reflexión sobre el acto de crear y la conexión con lo divino. En el mundo de la producción musical, he tenido la fortuna (o quizás la desgracia) de toparme con varios de estos personajes que niegan la paternidad de sus obras, atribuyendo su música a fuerzas superiores o inspiraciones etéreas. ¿Qué hay detrás de esta intrigante práctica? Vamos a desmenuzarlo.
La Creatividad como un Canal
En el universo de la música, muchos artistas ven su trabajo como un canal a través del cual fluyen energías cósmicas. En lugar de considerarse como “creadores”, se autodenominan «mediums». Esta perspectiva les libera de la presión personal de la autoría y les permite conectar con un sentido de trascendencia. Artistas como Joni Mitchell y David Bowie han expresado en varias ocasiones que su proceso creativo es como abrirse a una corriente que no pueden controlar ni comprender del todo. En su mundo, la creación musical es un acto de entrega.
La Influencia del Espiritualismo en la Música
El espiritualismo ha sido una fuerza poderosa a lo largo de la historia de la música. Muchos músicos se siente impulsados por fuerzas que van más allá de su comprensión. Ejemplos destacados incluyen:
- George Harrison, quien encontró inspiración en la meditación y la espiritualidad oriental.
- Beethoven, que en su ceguera halló su conexión con un mundo superior a través de la música.
Esta conexión no solo resulta en composiciones memorables, sino que también crea una experiencia compartida entre el artista y su audiencia, donde la música se vuelve un vehículo de comunicación trascendental.
El Arte del Abandono
Negar la autoría de una obra puede sonar extraño, pero para ciertos artistas, es un método liberador. Este abandonar el ego les permite explorar nuevas sonoridades sin las bandas limitantes del juicio personal. Pensemos en figuras como Fiona Apple o Bon Iver, quienes a menudo mencionan que sus trabajos son derivados de emociones y experiencias más allá de su control. Para ellos, la autoría es un lastre, un concepto que complica una conexión más profunda con su música.
La Audiencia y la Recepción
La negativa a reivindicar la autoría, lejos de ser un tabú, puede generar una respuesta emocional curiosa en el público. La música, sin un autor definido, se convierte en un espacio abierto a la interpretación. Esto permite que cada oyente sienta una relación más personal y universal con la obra, jugando en el terreno del misterio y lo desconocido.
Casos Modernos que Rompen Barreras
En la actualidad, varios artistas emergentes también abrazan esta filosofía de creatividad mística. Proyectos como ABRA y Shlohmo han adoptado esta mentalidad, permitiendo que la música fluya sin un sentido rígido de propiedad. Lo interesante de estos casos es que abren un debate sobre la naturaleza del arte en el mundo moderno y cuestionan las normas establecidas. ¿Es posible que en esta nueva era digital estemos volviendo a lo antiguo, donde el arte era un regalo de las musas y no una posesión?
Reflexiones Finales
En conclusión, la negación de la autoría en la música, por razones místicas, representa una fascinante tendencia que refleja el vínculo entre el arte y lo espiritual. A medida que continuamos explorando este territorio, nos encontramos ante una pregunta fundamental: ¿qué es realmente la música, si no una manifestación de fuerzas que nos sobrepasan? En un mundo repleto de egos y autorías, quizás es este enfoque el que puede llevarnos a una conexión más pura con la música. ¡Atrévete a escuchar con otra perspectiva!
- A veces, la mejor inspiración está en las anécdotas más locas que ha dejado la industria musical.
1980, Barcelona, España.
Ingeniero de sonido, mezcla y mastering.
Guitarrista y compositor de música.
Ha lanzado 4 álbumes, 9 EPs y decenas de sencillos de diferentes géneros musicales.
También ha mezclado, masterizado y grabado para innumerables artistas independientes.
Fotógrafo y dibujante por afición.