¿Has estado meses alejado de tu guitarra debido a una lesión y te preguntas si puedes recuperar esa técnica que tenías antes? Si es así, no estás sola. Muchos guitarristas, a lo largo de mi carrera de más de 20 años, han enfrentado el reto de volver a coger su instrumento tras un periodo de inactividad forzada. La buena noticia es que, aunque la recuperación puede ser un camino desafiante, es completamente posible volver a tocar como antes e incluso mejor. Te explicaré cómo puedes hacerlo y qué debes tener en cuenta, basándome en experiencias reales de guitarristas y en el conocimiento práctico que he adquirido.
Entendiendo tu lesión y su impacto
Lo primero que debes hacer es entender la naturaleza de tu lesión. Las lesiones comunes entre guitarristas pueden variar desde tendinitis en los dedos hasta problemas musculares en la espalda o en el cuello. Cada tipo de lesión afecta no solo la forma en que tocas, sino también tu manera de conectar con el instrumento. Así que, antes de lanzarte de nuevo a la práctica, es fundamental que te tomes un tiempo para evaluar y cuidar tu cuerpo.
El tiempo de inactividad: un doble filo
Pasar meses sin tocar podría parecer un dolor de cabeza, pero también puede ser una oportunidad para reflexionar sobre tu técnica y estilo. Durante este periodo, es esencial que no caigas en el desánimo. Aprender a escuchar a tu cuerpo es vital, y si bien puede sentirse frustrante, recuerda que muchas veces el descanso es lo que se necesita para regresar más fuerte.
Recuperando tu técnica
Una vez que sientas que tu cuerpo está listo y que has consultado a un profesional de la salud sobre tu lesión, es momento de planear tu regreso a la guitarra. Aquí te dejo algunas estrategias que he aprendido a lo largo de los años:
- Empieza despacio: No intentes recuperar lo que perdiste en un solo día. Comienza con sesiones cortas para evitar la sobrecarga.
- Establece metas pequeñas: Trabajar en técnicas específicas durante cada sesión puede ser mucho más efectivo y menos abrumador.
- Incorpora ejercicios de calentamiento: Antes de tocar, dedica tiempo a estirar y calentar tus manos y brazos. Esto no solo te ayudará a evitar lesiones futuras, sino que también mejorará tu rendimiento.
- Graba tus sesiones: Revisar tu progreso te ayudará a mantenerte motivada y a ver la mejora que a veces no se nota en el día a día.
La importancia de la mentalidad
La forma en que te enfrentas a la vuelta a tu guitarra es tan importante como la técnica en sí. Mantener una mentalidad positiva y abierta al aprendizaje puede marcar la diferencia. Tal vez experimentes frustración al principio, pero recuerda que cada pequeño avance cuenta. No subestimes el poder de la visualización y la práctica mental. Imaginarte tocando puede ayudar a conectar las neuronas que creaste antes de tu lesión.
Cuándo buscar ayuda externa
No dudes en buscar la orientación de un maestro de guitarra o un terapeuta especializado en música. Ellos pueden ofrecerte consejos específicos y personalizar su enseñanza en función de tus necesidades y limitaciones. Además, el hecho de recibir retroalimentación externa puede ser muy motivador.
El camino hacia adelante
Finalmente, es importante recordar que cada guitarrista es único y la recuperación puede variar de una persona a otra. Escucha tu cuerpo y no tengas miedo de ajustar tu plan según sea necesario. Si alguna vez sientes dolor persistente, recuerda que este contenido no sustituye el consejo médico. Consulta a un especialista si tienes dolor persistente. ¡Tu salud es lo primero!
Así que sí, puedes recuperar tu técnica tras meses sin tocar; sólo necesitas paciencia, dedicación y una buena estrategia. No te desanimes, ¡la música siempre estará ahí para ti! ¿Listo para volver a tocar?
- Este problema también está explicado con más detalle en la guía de dolores habituales en guitarristas.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.