Cómo ayudar a un alumno de guitarra que está empezando a lesionarse

Cómo ayudar a un alumno de guitarra que está empezando a lesionarse
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“¿Te has sentido alguna vez como si tus dedos estuvieran en un maratón y no tuvieras más respiración?” Muchas veces ignoramos las señales que nos envía nuestro cuerpo, especialmente cuando estamos tan concentrados en dominar nuestra guitarra. Lo que empieza como una ligera molestia puede convertirse en algo mucho más serio si no se aborda a tiempo. Si eres un profesor de guitarra y has notado que un alumno está empezando a lesionarse, o simplemente estás en la misma situación, este artículo es para ti. Aquí te daré algunas pautas, basadas en más de 20 años de experiencia tocando y enseñando, sobre cómo ayudar de forma efectiva a esos estudiantes que están sufriendo dolores y lesiones al tocar.

Reconocer las señales de alerta

La primera regla es siempre escuchar al cuerpo. Aunque cada guitarrista tiene su propio nivel de tolerancia al dolor, hay ciertas señales que nunca se deben ignorar. Entre las más comunes están:

  • Dolores persistentes en los dedos, muñeca o brazos.
  • Fatiga muscular que no desaparece tras un descanso adecuado.
  • Calambres que afectan el rendimiento.
  • Tensión excesiva en el cuello o los hombros al tocar.

Si tu alumno empieza a manifestar alguno de estos síntomas, es crucial actuar a tiempo. Recuerda: no sustituye el consejo médico. Consulta a un especialista si tienes dolor persistente.

Consejos prácticos para evitar lesiones

Una vez que has reconocido las señales de alerta, lo siguiente es implementar algunos cambios en la práctica que pueden ayudar en gran medida. Aquí van algunos consejos que pueden marcar la diferencia:

1. Postura adecuada

La forma en que tu alumno sujeta la guitarra es esencial. Asegúrate de que esté usando una postura correcta:

  • La espalda recta y los hombros relajados.
  • El brazo que sostiene el mástil de la guitarra debe estar en una posición natural, sin tensiones.
  • Los dedos deben estar curvados y activos, pero nunca forzados.

2. Calentamiento y estiramientos

Como en cualquier actividad física, el calentamiento es fundamental. Recomienda a tu alumno que realice algunos ejercicios de calentamiento antes de comenzar a tocar. Los estiramientos de manos, brazos y espalda pueden ayudar a evitar lesiones:

  • Rotaciones de muñeca.
  • Estiramientos de los dedos.
  • Respiraciones profundas para relajar el cuerpo.

3. Planificación de la práctica

En lugar de practicar durante horas sin parar, sugiere que divida las sesiones en intervalos más cortos. Un esquema de práctica eficaz podría ser:

  • 20 minutos de práctica centrada, seguidos de 5 minutos de descanso.
  • Alternar entre técnicas técnicas y piezas musicales.

Esto no solo ayuda a mantener la frescura mental, sino que también le da a los músculos tiempo para recuperarse.

Fomentar la mentalidad positiva

Uno de los peores enemigos de un guitarrista lesionado es la frustración. Hablar con tu alumno sobre la importancia de tener una mentalidad positiva y de no desanimarse puede ser crucial. Recordarles que todos los grandes guitarristas han enfrentado desafíos físicos a lo largo de su carrera puede servir de motivación y esperanza.

En mi propia experiencia, he trabajado con decenas de músicos que sufrieron desde dolores leves hasta lesiones más graves, y lo que he aprendido es que, por encima de todo, se trata de escuchar a tu cuerpo y no desestimar sus avisos. Siempre hay manera de seguir disfrutando de la música sin poner en peligro nuestra salud física. Así que, guitarristas, ¡cuiden sus manos y su cuerpo! La música siempre estará ahí, y siempre hay una forma de volver a ella de manera más saludable.