Cuando hablamos de guitarra y técnica, a menudo nos dejamos llevar por la ilusión de dominar el instrumento. Pero, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar? Si te has encontrado con molestias en las manos, brazos o espalda tras horas de ensayo, quizás deberías tomar un respiro. En este artículo, exploraremos las trampas del exceso de técnica exigente, y cómo estas pueden ser más dañinas de lo que imaginamos. He trabajado con cientos de músicos, y conocer sus historias me ha llevado a entender que el camino hacia la maestría no tiene que estar pavimentado por el dolor.
El lado oscuro de la técnica avanzada
Cuando comienzas a desarrollar tus habilidades como guitarrista, el anhelo de ser el mejor a menudo te empuja a experimentar con escalas complicadas, riffs vertiginosos y técnicas de punteo avanzadas. Sin embargo, lo que inicialmente se siente como un impulso hacia el dominio puede convertirse en un abuso; un exceso que puede causar tensiones y lesiones que, a largo plazo, podrían perjudicar tu carrera y satisfacción musical.
Lesiones comunes en guitarristas avanzados
En mi experiencia, los guitarristas pasan, a menudo, por alto señales vitales de advertencia. Algunas de las lesiones más frecuentes incluyen:
- Tendinitis: Una inflamación de los tendones que puede hacernos sentir un dolor agudo en las manos o antebrazos.
- Síndrome del túnel carpiano: Una compresión del nervio en la muñeca que provoca dolor y adormecimiento.
- Dolores de espalda: Causados por una mala postura al tocar, especialmente en sesiones largas.
- Dedo de gatillo: Una condición que provoca que un dedo se quede bloqueado al intentar estirarlo.
El precio de la sobresaturación técnica
La búsqueda de la perfección técnica es admirable, pero también puede volverse peligrosa. He visto a músicos altamente talentosos despilfarrar su potencial por no prestar atención a su cuerpo. A menudo, el deseo de deslumbrar con una técnica impresionante se traduce en sesiones de práctica demasiado largas y agotadoras, donde la fatiga comienza a acumularse, y con ello, el riesgo de sufrir dolencias. Menos es más, especialmente cuando se trata de técnica.
La importancia de escuchar a tu cuerpo
Sabes que tu cuerpo es tu primer instrumento y, como tal, necesita cuidado. Cada vez que sientas dolor o tensión, considera que tu cuerpo te está lanzando una señal de alerta. No ignores esos mensajes. Aquí hay algunas recomendaciones basadas en experiencias reales de guitarristas:
- Practica con moderación: Alterna las sesiones intensivas con periodos de descanso.
- Cuidado con la postura: Asegúrate de que tu postura al tocar sea óptima. La ergonomía importa.
- Ejercicios de calentamiento: Antes de empezar, dedícale unos minutos a calentar tus manos, muñeca y brazos.
- Estiramientos: Incorpora estiramientos después de tocar para evitar tensiones acumulativas.
Prevención y autoconocimiento
Es crucial que, como guitarristas avanzados, aprendamos a prevenir en lugar de curar. Mis años en el escenario me han enseñado que el autoconocimiento es una de las claves del éxito a largo plazo. Prestar atención a cómo te sientes después de tocar es tan importante como observar tu progreso técnico. No subestimes el impacto que una rutina de práctica consciente puede tener en tu desempeño y bienestar.
Recuerda, este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical y no sustituye el consejo médico. Si tienes dolor persistente, consulta a un especialista. Cuida tus manos, cuida tu carrera, y sobre todo, disfruta del viaje musical. La técnica es solo una herramienta, pero tu salud es el verdadero tesoro que debes proteger. Así que, amigo guitarrista, ¿estás listo para replantear tu enfoque y encontrar un equilibrio entre técnica y bienestar? ¡Tu música te lo agradecerá!
- Accede a todos nuestros artículos enfocados en cuidar el cuerpo al tocar la guitarra.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.