¿Te has preguntado alguna vez cómo los guitarristas mayores de 60 años pueden seguir disfrutando de su pasión sin que el dolor les detenga? La verdad es que no tienes que renunciar a tocar o componer por culpa de molestias físicas. Después de más de 20 años de experiencia en escenarios y estudios, he sido testigo de cómo muchos músicos han enfrentado estos retos. Fugaces lesiones, disconfort en las muñeca, tensión en los hombros… son historias que he oído repetidas veces. Pero hoy, voy a compartir contigo estrategias efectivas y prácticas. Sigue leyendo, porque para cada dolencia hay una posible solución.
1. Conoce tu cuerpo: la clave para tocar sin dolor
Es fundamental entender cómo responde tu cuerpo al tocar la guitarra. Cada nota que tocas implica un esfuerzo físico y, a medida que envejecemos, nuestros músculos y articulaciones pueden ser más vulnerables. La práctica de la guitarra no es solo cuestión de técnica musical, sino también de cuidar nuestra salud:
- Calentamiento adecuado: Antes de tocar, dedica unos minutos a calentarte. Ejercicios de estiramiento suave para brazos, manos y espalda pueden hacer una gran diferencia.
- Postura correcta: Mantén una postura adecuada. Un ángulo inapropiado puede provocar dolor en cuello y espalda. Siéntate derecho y asegúrate de que tu guitarra esté en una posición que no te exija esfuerzos excesivos.
2. Ergonomía y equipo: elige sabiamente
La elección del equipo adecuado puede reducir drásticamente las molestias. A muchos guitarristas les cuesta creer que una guitarra más ligera o un mástil diseñado especialmente pueden ser facilitadores de una experiencia sin dolor:
- Guitarras livianas: Optar por guitarras con un cuerpo más ligero puede reducir la tensión y el cansancio en brazos y espalda.
- Cuerdas y acción: Usa cuerdas adecuadas para tu estilo y nivel de comodidad. Considera también bajar la acción para facilitar el trasteo sin que los dedos tengan que hacer un esfuerzo innecesario.
3. Técnicas de práctica: evita la sobrecarga
Una de las claves para tocar sin dolor es cómo organizas tu tiempo de práctica. Menos es más, especialmente cuando hablamos de guitarristas mayores de 60 años:
- Sesiones cortas: Al practicar, realiza sesiones de entre 20 y 30 minutos con pausas. Esto permite que tus músculos se recuperen.
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes que algo no está bien, para. Ignorar el dolor puede llevar a lesiones cronificadas.
4. Descanso y recuperación: no te sientas culpable por parar
El descanso es tan importante como la práctica. En mi experiencia, muchos guitarristas piensan que tienen que estar en constante actividad para mejorar. ¡Pero esto no es cierto! De hecho, el descanso permite que tus músculos se recuperen y se fortalezcan:
- Descanso activo: Incluye ejercicios de bajo impacto en tu rutina. Caminar o hacer yoga puede ser beneficioso.
- Hidratación y alimentación: Mantente bien hidratado y consume una dieta equilibrada que favorezca la salud de tus músculos y articulaciones.
5. Consulta a un profesional: hazlo por ti mismo
Aunque siempre es buena idea compartir experiencias y consejos con otros guitarristas, no olvides que cada cuerpo es único. Si persisten los dolores, no dudes en consultar a un médico o fisioterapeuta especializado. Recuerda que este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical, pero no sustituye el consejo médico. Consultar a un especialista si tienes dolor persistente es crucial.
Tocar la guitarra puede ser uno de los mayores placeres de la vida, incluso después de los 60. Con las estrategias adecuadas, puedes seguir disfrutando de tu pasión sin que el dolor te limite. Recuerda que estás en control. ¡Tu música no termina aquí!
- ¿Tocas con tensión o rigidez? Aprende a solucionarlo en la página dedicada a lesiones típicas del guitarrista.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.