¿Alguna vez te has encontrado en el escenario, con las manos temblorosas y un nudo en el estómago, justo antes de empezar a tocar? Si te suena familiar, no estás solo. La combinación de ansiedad escénica y contracturas musculares es un compañero oscuro que muchos guitarristas enfrentan en su camino musical. Después de más de 20 años de experiencia subiendo y bajando del escenario, trabajando en estudios y colaborando con un sinfín de músicos, he visto de primera mano cómo estas dolencias pueden afectar no solo tu rendimiento, sino también tu pasión por la música. En este artículo, te hablaré de cómo estas dos cuestiones están interrelacionadas y compartiré contigo estrategias prácticas que han funcionado para mí y para aquellos a quienes he tenido el placer de ayudar.
La ansiedad escénica: un enemigo silencioso
La ansiedad escénica es esa sensación incómoda que puede apoderarse de nosotros justo cuando nos disponemos a mostrar nuestro arte. Puede manifestarse de muchas formas, desde sudoración excesiva hasta un temblor involuntario en las manos. Estos síntomas, aunque son normales, se convierten en un gran obstáculo. A medida que la presión aumenta, las tensiones en los músculos se intensifican, llevando a lo que muchos guitarristas sufren: contracturas musculares.
¿Por qué ocurre esto?
Cuando el miedo se apodera de nosotros, el cuerpo reacciona de manera automática. Esto, en términos fisiológicos, significa que los músculos se contraen y la respiración se vuelve más rápida y superficial. Todo esto puede provocar tensiones en el cuello, hombros y, por supuesto, en las manos. La clave está en entender que esta respuesta es parte de nuestro sistema de lucha o huida y que, aunque puede ser útil en situaciones de verdadero peligro, en el escenario se convierte en un lastre.
Consecuencias físicas de la ansiedad: contracturas musculares
Las contracturas musculares no son solo un fenómeno del deporte. En el mundo de la guitarra, donde la precisión y la relajación son fundamentales, una musculatura tensa puede afectar drásticamente tu capacidad para tocar. Algunos de los lugares más comunes donde las contracturas pueden aparecer son:
- Cuello: Tensión en los músculos del cuello puede afectar tu postura y la alineación de tu cabeza al tocar.
- Hombros: Los hombros tensos pueden limitar tu movilidad, haciendo que la ejecución de acordes sea más complicada.
- muñeca: Es crucial que tus muñeca se mantengan relajadas para evitar lesiones a largo plazo.
¿Cómo puedes prevenirlo?
A continuación, te ofrezco algunas recomendaciones prácticas, basadas en la experiencia de muchos guitarristas que han pasado por el mismo camino que tú:
- Preparación antes de salir al escenario: Realiza ejercicios de respiración profunda para calmar tu mente y mejorar el oxígeno en tus músculos.
- Estiramientos sencillos: Incorpora estiramientos en tu rutina diaria, poniendo énfasis en cuello, hombros y muñeca.
- Postura adecuada: Asegúrate de que tu postura sea correcta mientras tocas. Esto no solo te ayuda a evitar contracturas, sino que también mejora tu sonido.
- Visualización positiva: Imagina un concierto perfecto en tu mente. La visualización puede ser una herramienta poderosa para disminuir la ansiedad.
Recuerda que este contenido ha sido revisado con base en estudios de biomecánica musical y está diseñado para ofrecerte un apoyo práctico. No sustituye el consejo médico. Consulta a un especialista si tienes dolor persistente. La música debe ser una experiencia positiva y enriquecedora, no un campo de batalla. Ten en cuenta que cada músico es único, y lo que funciona para uno puede no ser la solución para otro. La clave está en escuchar a tu cuerpo y actuar en consecuencia. ¡Sigue brillando sobre el escenario!
- Entra aquí si quieres conocer más sobre prevención de lesiones al tocar la guitarra.
1982, Buenos Aires, Argentina.
Titulada como pianista de conservatorio.
Compositora desde 2004.
Afionada a la guitarra y muchos instrumentos varios.
En este blog no solo comparto mi experiencia técnica dentro de un estudio de grabación, sino también mi conocimiento sobre cómo cuidar el cuerpo del músico. A lo largo de los años, he aprendido a prevenir lesiones comunes y a mantenerme en forma durante largas sesiones de ensayo y grabación. Aunque no soy doctora, mis artículos están basados en observación directa, vivencias personales y en el intercambio continuo con otros músicos.